miércoles, 18 de junio de 2008

Agustín Magaldi

Es sin dudarlo uno de los paradigmas de la canción popular. Junto a Ignacio Corsini, constituyen la zaga principal que se ubica detrás de la figura consular de Carlos Gardel. Los tangueros tradicionales de su época no lo querían, pero los sectores más humildes de la ciudad y del interior del país lo veneraban, hasta tal punto que su popularidad y su fama crecieron vertiginosamente y es al día de hoy que sus fanáticos lo consideran al mismo nivel del Zorzal Criollo. Su voz era brillante y caudalosa. Su repertorio estaba compuesto por piezas de géneros muy diferentes y despareja calidad. Tratándose de un arquetipo del "cantor nacional”, el mismo estaba integrado por muchos temas de corte criollo, también tangos y algunas raras canciones provenientes de otras latitudes. La temática de sus tangos elevan el rol de la mujer —hasta ese entonces culpable de todos los dramas del hombre—, como ejemplo podemos mencionar "Levanta la frente", donde reivindica a la madre soltera, "No quiero verte llorar", donde el hombre se compadece colocándose en un mismo plano, o en "Libertad" donde los protagonistas reconocen la culpa de ambos al momento de separarse.
El tema social, la grave descripción del padecimiento, y por momentos el melodramatismo de sus historias son la causa de la división de las aguas. Para algunos contaba cosas que testimoniaban la realidad social y cultural de su época y por eso se identificaban con él, para otros era un fiel exponente de la cursilería popular, una manifestación artística poco elevada.

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Facon: peleador - Magaldi: Afilador

Peleador

Me pasé toda la mañana (repartiendo)
las noticias llegan tempranas (repartiendo)
to’ los días de la semana
llevando diarios pa’ todo el pueblo,
las mentiras y las verdades,
cuales son cuales quien va a saber?

A las doce vuelvo pa’ casa (para el puchero)
que mi negra me ha preparado (y eso está bueno)
y me cuenta que en el mercado
el puesto de Carlos está clausurado
que vinieron esos de traje
y dijeron que no tenía C.U.I.T


Peleador, siempre seguir luchando
peleador, la gente de mi barrio tiene la voz
cansada de pedirle a Dios.
Peleador, nunca bajes la guardia
peleador, parece que al final tenías razón,
nuestro destino es Peleador.

Los domingos voy a la cancha (cocacolero)
y me meto un rato en la hinchada (ponga más huevos)
lo que sale de la semana
desaparece en un momento
y se olvidan todos los males,
solo hay puteadas pa’l referí.

Me pasé toda la mañana (repartiendo)
las noticias llegan tempranas (repartiendo)
to’ los días de la semana
Llevando diarios pa’ todo el pueblo,
Las mentiras y las verdades,
Cuales son cuales quien va a saber?

Peleador, siempre seguir luchando
peleador, la gente de mi barrio tiene la voz
cansada de pedirle a Dios.
Peleador, nunca bajes la guardia
peleador, parece que al final tenías razón,
nuestro destino es Peleador.





Afilador

Mendigo errante,
camino siempre
y soy constante
más que valiente;
habrá ilusiones
en mi camino
pero el destino
me grita siempre.

Afilador,
para tu cariño hallar,
dale que dale a la piedra,
que con tantas chispas
ya la encontrarás.
ya la encontrarás.
no abandones tu pedal,
que girando en tantas vueltas
desde alguna puerta
ya te llamarán...

Yo busco una prenda
para compañera
y si es que la encuentro
le juro quererla;
entonces mi vida
sería más bella,
porque ya no puedo
vivir sin amor.

Pero es difícil
sacar partido;
aunque he querido
buscar amores,
que saquen fuego,
como es el fuego
no valen piedras
de corazones.


Comparación

Creo que ambas canciones son una especie de homenaje a un personaje nada desconocido en la Argentina, el buscavidas. Por un lado en el tango de Magaldi, el afilador, un vendedor ambulante que lleva un esmeril mecánico con una piedra de afilar en una bicicleta modifica que a su vez monta para recorrer las calles mientras sopla una flauta de plástico para anunciar su llegada. Es un oficio viejo que resitió las inclemencias de la historia gracias a la tenacidad de estos hombres curtidos en las más duras condiciones laborales, familiares y personales. Pero finalmente la historia te aplasta y asi sucedió con los afiladores que ya no se suelen ver en las calles. Por el otro el peleador. esa persona que no puede relajarse nunca porque tiene que juntar ese mango que le permita comer. Rebuscandosela siempre para encontrar trabajo donde no hay pasando por todo tipo de oficios, casi siempre temporales. Ambos luchadores de la vida que ponen el cuerpo a los momentos duros parecen encontrar una reivindicación en estas canciones. La diferencia radica en la manera en que ambas hablan del amor. El tango, como siempre, expresas las tristezas del amor, el afilador ya no puede vivir sin una compañera. En cambio el "peleador" ya tiene una enamorada, "la negra" y "eso esta bueno".
Constante y nunca bajando la guardia parece ser la manera que estos personajes encuentran para sobrevivir a la escacez

Ácido Criollo Trío: Buenos Aires; Mi suerte - Enrique Cádicamo: Niño bien

Ácido Crillo: Buenos Aires

EN ESTA SIESTA DE SOLES ABRASADOS
YO SALGO A BUSCARTE IGUAL
Y SOLO ENCUENTRO TUS CALLES BAÑADAS
DE BLANCA LUZ Y HUMEDAD
BUENOS AIRES...

VAHOS PORTEÑOS, SUDORES AJENOS
LLENANDO TUS ALCANCÍAS
MIENTRAS PATEAMOS BUSCANDO ESE MANGO
PARA VIVIR ESTA VIDA
BUENOS AIRES...
BUENOS AIRES...

QUE LLUEVA HOY...!
Y EMPAPADOS ESCAPÉMONOS LOS DOS

MIS ALPARGATAS ARDIENDO EN LA BREA
DE PLAZA CONSTITUCIÓN
MIENTRAS TE SUEÑO Y JUNTOS BROTAMOS
DEL MISMO BARRO LOS DOS
BUENOS AIRES...
BUENOS AIRES...



Ácido Criollo: Mi suerte

UN DIA SOÑÉ DESPIERTO SOÑÉ SOÑANDO
SOÑÉ CON PINTAR EL RANCHO PLANTAR UN ARBOL
SOÑÉ CON LIBROS CANCIONES SOÑÉ DESPACIO
CON NIETOS Y CON LA VIEJA CARGÁNDOLOS
LAS RUEDAS DE MI CARRITO SE ESTAN GASTANDO
LAS LÁGRIMAS DE MIS CHICOS LAS VOY SUDANDO
YO NO ELEGÍ MI SUERTE ME ESTA TOCANDO
SI SIEMPRE TUVE LABURO HOY YA NO SE

EL CARTÓN VAMOS JUNTANDO
LA GENTE NOS MIRA RARO
TU ÁRBOL SE FUE SECANDO
MI CIELO SIEMPRE NUBLADO
YO NO ELEGÍ MI SUERTE ME LA ROBARON
EN EL BARRIO SE ESTÁN JUNTANDO ALGO HABRÁ QUE HACER

LAS RUEDAS DE MI CARRITO SIGUEN GIRANDO
LOS PIBES DE VUELTA AL BARRIO LLEGAN CANTANDO
EL RANCHO DE DON OSCAR ES MÁS CALENTITO
ME TOMO UN PAR DE VINITOS ME VOY PA` LLA

ALGO ME HUELE RARO
MEJOR APURAR EL PASO
LUCES AZULES GIRANDO
CREO QUE DE ESTA NO ZAFO
YO NO ELEGI MI SUERTE YA ESTOY MARCADO
MATIAS, LUCAS, JULIAN, CUIDEN A MAMÁ

YO NO ELEGÍ MI SUERTE
YO NO ELEGÍ PERDERTE
EN CALLES, PUENTES, PIQUETES
HORNOS DE LUCHA Y DE PAN
HORNOS DE LUCHA Y DE PAN…. DE PAN.


Cadícamo: Niño bien

Niño bien, pretencioso y engrupido,
que tenés berretín de figurar;
niño bien que llevás dos apellidos
y que usás de escritorio el Petit Bar;
pelandrún que la vas de distinguido
y siempre hablás de la estancia de papá,
mientras tu viejo, pa' ganarse el puchero,
todos los días sale a vender fainá.

Vos te creés que porque hablás de ti,
fumás tabaco inglés
paseás por Sarandí,
y te cortás las patillas a lo Rodolfo
sos un fifí.
Porque usás la corbata carmín
y allá en el Chantecler
la vas de bailarín,
y te mandás la biaba de gomina,
te creés que sos un rana
y sos un pobre gil.

Niño bien, que naciste en el suburbio
de un bulín alumbrao a querosén,
que tenés pedigrée bastante turbio
y decís que sos de familia bien,
no manyás que estás mostrando la hilacha
y al caminar con aire triunfador
se ve bien claro que tenés mucha clase
para lucirte detrás de un mostrador.


Comparación

Para ejemplificar las semejanzas que existen entre las letras de tango de la Generación de 1940 y las letras de las canciones de Rock Nacional -correspondiente a la generación de 1970-, se seleccionaron como representantes de cada una un interpretante: en el caso del tango, fue elegido Enrique Cadícamo, mientras que para el Rock Nacional se optó por Ácido Criollo Trío.
El denominador común que existe entre ambos interpretantes es la necesidad de expresar las desigualdades existentes en cada una de las épocas de la Argentina. En consecuencia, se trata de plasmar en sus obras la necesidad de luchar la vida todos los días para sobrevivir.
Ambos, hacen una crítica a la realidad social e intentan reflejar a través de sus canciones la posición determinante que tiene cada sector o clase social respecto de la sociedad en la que se inscribe.

Enrique Santos Discepolo: Yira Yira - Arbolito: Huayno del desocupado

YIRA YIRA
Cuando la suerte qu' es grela,
fayando y fayando
te largue parao;
cuando estés bien en la vía,
sin rumbo, desesperao;
cuando no tengas ni fe,
ni yerba de ayer
secándose al sol;
cuando rajés los tamangos
buscando ese mango
que te haga morfar...
la indiferencia del mundo
-que es sordo y es mudo-
recién sentirás.

Verás que todo el mentira,
verás que nada es amor,
que al mundo nada le importa...
¡Yira!... ¡Yira!...
Aunque te quiebre la vida,
aunque te muerda un dolor,
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano, ni un favor.

Cuando estén secas las pilas
de todos los timbres
que vos apretás,
buscando un pecho fraterno
para morir abrazao...
Cuando te dejen tirao
después de cinchar
lo mismo que a mí.
Cuando manyés que a tu lado
se prueban la ropa
que vas a dejar...
Te acordarás de este otario
que un día, cansado,
¡se puso a ladrar!







HUAYNO DEL DESOCUPADO

Chupa tu matecito, el hambre se va.
Solo por un ratito, el hambre se va.
Las manos rechazadas, la cabeza cansada
y Dios que no se ha vuelto a mirar atrás.

Con los zapatos rotos a caminar
el hambre en cada esquina y a caminar.
No hay pan para mis dientes en la ciudad caliente
solo esta angusta para masticar.

laira lailara

Padre,desde lo cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por al ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.

Desde los cielos bájate si estas,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no se de que sirve haber nacido,
me miro las manos rechazadas
y que no hay trabajo, no hay...

¿Qué le diré a mis hijos al regresar?
¿Qué le diré a mi madre que no da más?
El frío del invierno y el frío del gobierno
y la esperanza seca de esperar.

Chupa tu matecito, el hambre se va.
Solo por un ratito, el hambre se va.
Y asi andamos millones, cansados, no cagones
y la paciencia se va a terminar.

Chupa tu matecito...
Y asi andamos millones...

(Recitado)
Bajate un poco, contemplá
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estomago vacío
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frio, ¡y perseguido!
te digo que no entiendo, Padre, bajate,
tocame el alma, mirame
el corazón,
si yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
bajate si estas, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y voy a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
porque no puedo más, tengo riñones
y soy un hombre,
¡bajate! ¡que hicieron
de tu criatura Padre!




Comparación

Ambos autores, Discepolo y Arbolito, utilizan su música para decir “cosas” que pasan en su sociedad. Es muy similar la impronta social de ambos y pareciera ser que esta desde un mismo lado de la vereda. Denunciando la indiferencia de la sociedad y del gobierno para con las personas que menos tienen, aunque en el tango mas bien con un acento pesimista y sin ninguna esperanza de cambio. En cambio el rock folklórico es mas bien un llamado a la justicia social, a que todos abramos los ojos ante la miseria y dejemos la indiferencia para con el sufrimiento de los demás. Por eso pareciera que mientras Discepolo expresa amargamente la respuesta de la gente, “que al mundo nada le importa”, ante la desdicha de otros, la canción de Arbolito es un pedido de cambio a todos dejando una puerta abierta que nosotros deberíamos atravesar. Creo que “yira yira” esta cantado para todos los que viven en la desdicha, en cambio “Hayno del desocupado” para todos los que no viven en esa desdicha pero que no hacen nada para revertir la del prójimo. Ambos denuncian el egoísmo y la indiferencia reinante en la sociedad moderna.